Hombre, Ciencia y Tecnología ISSN: 1028-0871 Vol.29, No. 3, jul-sept, pp. 158-166, 2025
- 158 -
Propuesta de medidas de adaptación basada en ecosistemas para la Thalassia
testudinum en el destino turístico Playa Santa Lucía
Proposal of Ecosystem-Based Adaptation Measures for Thalassia testudinum in the
Playa Santa Lucía Tourist Destination
Autores:
Happy Salas-Fuente
1
,
https://orcid.org/0000-0001-9344-6623
María Elena Zequeira-Álvarez
2
, https://orcid.org//0000-0003-1363-0995
Yudirka Matos-Sánchez
1
, https://orcid.org/0000-0001-5032-1257
Rebeca González- López del Castillo
3
,
https://orcid.org/0000-0002-2814-3359
Filiación institucional:
1
Universidad de Guantánamo. Carretera de Jamaica, Gtmo, Cuba
2
Universidad de Camagüey, Camagüey.
3
Centro de Investigaciones de Medio Ambiente de
Camagüey-CIMAC
E-mail:
happysf80@gmail.com, rebeca@cimac.cu, yudirkamatos03@gmail.com
Fecha de recibido: 4 may. 2025
Fecha de aprobado: 30 jun. 2025
Resumen
Se propone un conjunto de medidas de
adaptación basada en ecosistemas,
dirigidas a conservar y recuperar las
praderas marinas de Thalassia testudinum
en Playa Santa Lucía, Camagüey, un
destino turístico altamente vulnerable al
cambio climático. Se realizó un diagnóstico
ambiental y socioeconómico mediante
encuestas, entrevistas a actores clave y
revisión bibliográfica. Los resultados
muestran el deterioro progresivo de las
praderas por el incremento de
temperaturas, actividades turísticas
inadecuadas y deficiente gobernanza
ambiental. Se plantearon medidas
específicas como la zonificación ecológica,
restauración de praderas y fortalecimiento
de capacidades comunitarias. Estas
acciones integran conocimientos locales y
científicos, con base en principios de
sostenibilidad y participación. La
investigación aporta un enfoque estratégico
y replicable para la conservación efectiva de
ecosistemas marinos bajo presión
antrópica. Se concluye que la AbE puede
consolidarse como instrumento clave de
adaptación climática y gestión ecosistémica
en destinos costeros cubanos.
Palabras clave: Adaptación climática;
Praderas marinas; Sostenibilidad costera;
Cambio climático; Gobernanza ambiental.
Abstract
This article proposes a set of ecosystem-
based adaptation measures aimed at
conserving and restoring the Thalassia
testudinum seagrass beds in Playa Santa
Lucía, Camagüey, a tourist destination
highly vulnerable to climate change. An
environmental and socioeconomic
diagnosis was conducted through surveys,
interviews with key stakeholders, and
literature review. The results reveal the
progressive degradation of the seagrass
beds due to rising temperatures,
inappropriate tourism practices, and weak
environmental governance. Based on the
analysis, specific actions such as ecological
zoning, seagrass restoration, and capacity
building were proposed. These measures
integrate local and scientific knowledge,
grounded in sustainability and participatory
principles. The research offers a strategic
and replicable approach for the effective
conservation of marine ecosystems under
anthropogenic pressure. It is concluded that
EbA can be consolidated as a key
instrument for climate adaptation and
ecosystem management in Cuban coastal
destinations.
Keywords: Climate adaptation; Seagrass
beds; Coastal sustainability; Climate
change; Environmental governance.
Hombre, Ciencia y Tecnología ISSN: 1028-0871 Vol.29, No. 3, jul-sept, pp. 158-166, 2025
- 159 -
Introducción
El destino turístico Playa Santa Lucía, ubicado en la costa norte de la provincia de Camagüey,
constituye uno de los ecosistemas costeros más importantes del archipiélago cubano por su
diversidad biológica, atractivo natural y valor estratégico para el desarrollo económico local.
Este espacio alberga una franja de praderas marinas dominadas por Thalassia testudinum,
especie considerada clave en los ecosistemas costeros del Caribe por su papel en la
estabilización del sustrato, captura de carbono, provisión de hábitat para fauna marina y
amortiguamiento de impactos climáticos extremos (Green & Short, 2020; UN Environment
Programme [UNEP], 2022).
Sin embargo, la sostenibilidad ecológica y económica del destino enfrenta serias amenazas
debido a la aceleración de los efectos del cambio climático, la presión turística desorganizada
y la insuficiente articulación entre actores para su manejo integral. Las praderas de Thalassia
testudinum se han visto afectadas por el incremento de la temperatura marina, eventos
extremos como huracanes, rdida de calidad del agua por escorrentías y daños físicos por
actividades recreativas no reguladas (Duarte et al., 2022; Vázquez & Morales, 2021). Esta
situación compromete la estabilidad ecológica y socioeconómica del destino, poniendo en
riesgo medios de vida locales y servicios ecosistémicos esenciales.
Ante este escenario, resulta imperativo implementar medidas de adaptación climática con un
enfoque integrador y sostenible. La adaptación basada en ecosistemas (AbE) se presenta
como una alternativa eficaz al reconocer el papel de los ecosistemas sanos como barreras
naturales contra los impactos climáticos, al tiempo que promueve la resiliencia de las
comunidades humanas (Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente, 2021).
Este enfoque prioriza soluciones que restauran, conservan o mejoran los ecosistemas para
reducir la vulnerabilidad humana, integrando saberes tradicionales y ciencia, y promoviendo la
participación local (United Nations Educational, Scientific and Cultural Organization
[UNESCO], 2023).
Este estudio tiene como objetivo general proponer medidas de adaptación basada en
ecosistemas para la conservación y restauración de Thalassia testudinum en Playa Santa
Lucía. Se parte de la identificación de las principales amenazas y vulnerabilidades, seguido de
un análisis integrado de viabilidad y efectividad de las acciones propuestas. La investigación
se justifica por la urgencia de diseñar estrategias de adaptación que respondan a las
Hombre, Ciencia y Tecnología ISSN: 1028-0871 Vol.29, No. 3, jul-sept, pp. 158-166, 2025
- 160 -
condiciones específicas del destino y que puedan escalarse a otros contextos costeros del
Caribe.
Materiales y métodos
El área de estudio es el destino turístico Playa Santa Lucía se localiza al norte de la provincia
de Camagüey, en el municipio Nuevitas, entre los 21°33′ y 21°40′ de latitud norte y los 77°6′ y
77°13′ de longitud oeste. Esta zona costera presenta una línea de playa de aproximadamente
21 kilómetros de longitud, protegida por una barrera coralina ubicada a entre 2 y 5 km de la
costa. Entre la playa y el arrecife se extiende un ecosistema marino de alta productividad
compuesto por praderas marinas, fundamentalmente de Thalassia testudinum, así como zonas
con presencia de Syringodium filiforme y Halodule wrightii.
La región se caracteriza por una alta presión antrópica asociada al turismo costero, la
navegación recreativa, la pesca artesanal y comercial, y vertimientos provenientes de los polos
turísticos y asentamientos cercanos. El clima es tropical, con temperaturas promedio anuales
de 26 °C, una estación húmeda entre mayo y octubre, y un régimen de vientos alisios del
noreste. Estos factores hacen que el ecosistema marino sea altamente vulnerable a los efectos
del cambio climático, como la elevación del nivel del mar, el blanqueamiento coralino y la
acidificación oceánica (Duarte et al., 2022).
La investigación se realizó entre abril de 2023 y enero de 2025 y adoptó un enfoque
metodológico mixto, de carácter cualitativo y cuantitativo, sustentado en tres fases:
diagnóstico, análisis de vulnerabilidad, y diseño de medidas AbE.
Fase 1: Diagnóstico socioecológico
Para caracterizar el estado actual del ecosistema y las percepciones comunitarias, se aplicaron
diversas herramientas:
Revisión documental: se analizaron planes de ordenamiento territorial, estudios
técnicos del Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente (CITMA), estadísticas
del Ministerio de Turismo y literatura científica nacional e internacional sobre praderas
marinas, AbE y Playa Santa Lucía (Green & Short, 2020; Zamora & Espinosa, 2023).
Encuestas estructuradas: se aplicaron 42 encuestas a residentes en tres comunidades
costeras (Santa Lucía, La Boca y Tararaco), seleccionados mediante muestreo
intencional, con énfasis en personas vinculadas al turismo, la pesca y la educación. El
Hombre, Ciencia y Tecnología ISSN: 1028-0871 Vol.29, No. 3, jul-sept, pp. 158-166, 2025
- 161 -
cuestionario incluyó secciones sobre percepción ambiental, usos del ecosistema,
conocimientos sobre praderas marinas y disposición a participar en actividades de
conservación.
Entrevistas semiestructuradas: se realizaron 12 entrevistas a actores clave, entre ellos
directivos de hoteles, pescadores líderes, especialistas del CITMA, funcionarios del
gobierno local y representantes de ONGs ambientales. Se exploraron temas como
presiones sobre las praderas, gobernanza ambiental, mecanismos de coordinación
interinstitucional y experiencias previas en restauración.
Observación directa: se efectuaron visitas de campo y transectos submarinos a través
de snorkeling en cuatro puntos con presencia de praderas, donde se identificaron signos
de estrés, presencia de algas invasoras, basura marina, pérdida de cobertura vegetal y
zonas propensas al anclaje de embarcaciones turísticas.
Fase 2: Análisis de vulnerabilidad socioecológica
Se desarrolló un análisis integrado mediante las siguientes herramientas:
Matriz de Presión-Estado-Respuesta (PER): se utilizaron los resultados del diagnóstico
para clasificar y relacionar factores de presión antrópica (turismo no planificado,
vertimientos, pesca excesiva), el estado actual del ecosistema (fragmentación,
cobertura, calidad del agua), y las respuestas institucionales (normativas, monitoreo,
participación ciudadana).
Análisis FODA participativo: se organizó un taller con 18 actores locales y especialistas
para identificar fortalezas, oportunidades, debilidades y amenazas que inciden en la
capacidad adaptativa de las comunidades y el manejo de las praderas marinas. Esta
técnica permitió identificar vacíos de gobernanza y potencialidades en recursos
humanos y saberes locales.
Cartografía participativa: los participantes del taller construyeron mapas ecológicos de
la zona, identificando áreas de importancia ecológica, sitios de presión turística, rutas
de navegación, puntos de descarga de aguas residuales y zonas idóneas para acciones
de restauración.
Hombre, Ciencia y Tecnología ISSN: 1028-0871 Vol.29, No. 3, jul-sept, pp. 158-166, 2025
- 162 -
Fase 3: Diseño de medidas de adaptación basada en ecosistemas (AbE)
Esta fase consistió en el diseño, priorización y validación de medidas específicas para
conservar y restaurar las praderas de Thalassia testudinum. Para ello se siguieron los
siguientes pasos:
Método Delphi: se organiun proceso de consulta a 14 expertos nacionales en manejo
costero, biodiversidad marina y turismo sostenible, pertenecientes a la Universidad de
Camagüey, el Centro de Investigaciones de Ecosistemas Costeros, el CITMA y el
Ministerio de Turismo. Se aplicaron dos rondas de consultas estructuradas para
proponer, refinar y consensuar medidas AbE.
Criterios de evaluación de las medidas: cada propuesta fue evaluada según criterios de:
i) efectividad ecológica (impacto en la resiliencia del ecosistema), ii) aceptabilidad social
(nivel de apoyo comunitario), iii) viabilidad técnica (recursos, capacidad local,
conocimientos disponibles), y iv) alineación con políticas públicas y planes territoriales.
Taller de retroalimentación: se organizó un segundo taller con 25 actores locales para
validar las propuestas, ajustar terminologías y definir posibles alianzas institucionales
para su ejecución futura.
Esta metodología permitió integrar ciencia, saberes locales, y participación activa para
construir medidas contextualizadas, viables y sostenibles en el tiempo. Además, garantiza la
posibilidad de replicación en otros contextos costeros de Cuba con características similares.
Resultados y discusión
Los resultados del Diagnóstico socioecológico indican un deterioro creciente de las praderas
de Thalassia testudinum en los últimos diez años. El 76 % de los encuestados reconoce una
disminución de la cobertura vegetal marina, mientras que el 58 % de los actores institucionales
entrevistados identifica al turismo no regulado como la principal causa. Se detectaron zonas
con pérdida de continuidad de las praderas y presencia de macroalgas indicadoras de
eutrofización (Duarte et al., 2022; Vázquez & Morales, 2021).
Desde el punto de vista social, las comunidades muestran baja percepción sobre la importancia
de las praderas como defensa natural. Solo un 34 % reconoce sus funciones en la protección
costera. No obstante, existe disposición a participar en acciones de restauración si se
acompañan de incentivos económicos o reconocimiento social (Zamora & Espinosa, 2023).
Hombre, Ciencia y Tecnología ISSN: 1028-0871 Vol.29, No. 3, jul-sept, pp. 158-166, 2025
- 163 -
Estos resultados del diagnóstico sirvieron de insumo para la formulación de las medidas AbE
que respondieran tanto a las condiciones ecológicas actuales como a la necesidad de
integración social y sostenibilidad turística en el contexto de Playa Santa Lucía.
Las AbE representan una estrategia de respuesta al cambio climático centrada en la
restauración, conservación y uso sostenible de la biodiversidad y los servicios ecosistémicos,
a fin de reducir la vulnerabilidad de las poblaciones humanas y mejorar la resiliencia de los
ecosistemas (Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente, 2021). Este enfoque
ha sido adoptado por múltiples instrumentos internacionales, como el Marco de Sendai para la
Reducción del Riesgo de Desastres, el Acuerdo de París, y las Directrices Voluntarias sobre
Adaptación Basada en Ecosistemas del Programa de las Naciones Unidas para el Medio
Ambiente (2021). En entornos insulares y costeros como el cubano, su implementación cobra
especial relevancia, debido a la exposición directa a fenómenos extremos, la dependencia de
los servicios ecosistémicos marinos y las presiones antrópicas asociadas al turismo.
En el caso específico de Playa Santa Lucía, las praderas marinas de Thalassia testudinum
cumplen funciones ecológicas vitales como la estabilización del fondo marino, la filtración de
nutrientes, la captura de carbono azul, la provisión de hábitat para especies pesqueras y la
protección contra la erosión costera (Fourqurean et al., 2012; Duarte et al., 2022). No obstante,
el diagnóstico realizado muestra signos de deterioro asociados a la contaminación, sobreuso
recreativo, debilitamiento institucional y desconocimiento social sobre su importancia.
Bajo este escenario, las propuestas de medidas de AbE se fundamentan en tres pilares: i)
evidencia científica nacional e internacional sobre la efectividad de estas medidas, ii)
pertinencia socioeconómica y ambiental en el contexto local, y iii) coherencia con los marcos
normativos y estratégicos del país y la región.
1. Zonificación ecológica participativa
La zonificación permite delimitar espacialmente los usos del territorio marino y costero según
criterios de sensibilidad ecológica y presión antrópica. Su implementación facilita la protección
de hábitats prioritarios y el ordenamiento de actividades humanas para minimizar impactos. La
experiencia en áreas marinas protegidas de Belice y República Dominicana demuestra que la
zonificación mejora la calidad ecológica de las praderas marinas, reduce la mortalidad por
fondeo de embarcaciones y crea condiciones para la regeneración natural (Green & Short,
2020). En Cuba, esta medida se encuentra alineada con las directrices del Plan de Estado
Hombre, Ciencia y Tecnología ISSN: 1028-0871 Vol.29, No. 3, jul-sept, pp. 158-166, 2025
- 164 -
para el Enfrentamiento al Cambio Climático (Tarea Vida), que plantea el ordenamiento integral
de las zonas vulnerables como prioridad nacional (CITMA, 2017).
2. Restauración ecológica de praderas
La restauración activa mediante trasplante de Thalassia testudinum ha sido documentada
como una estrategia viable en zonas degradadas donde las condiciones físico-químicas aún
permiten el desarrollo de la especie (Whelan & Fourqurean, 2020). En México, Jamaica y
Florida, la restauración ha logrado recuperar la biomasa y diversidad de especies en praderas
restauradas en plazos de 2 a 5 años. En Cuba, existen capacidades cnicas y científicas en
centros como el Instituto de Ciencias del Mar (ICIMAR) y el Centro de Estudios Ambientales
de Cienfuegos (CEAC), que podrían ser movilizadas para el diseño e implementación de estos
procesos, priorizando la capacitación de actores locales y el monitoreo participativo.
3. Educación ambiental y sensibilización
La falta de conocimiento sobre el valor ecológico y económico de las praderas marinas
contribuye a su degradación. Diversos estudios han demostrado que las campañas educativas
y programas escolares aumentan la conciencia ambiental y fomentan prácticas sostenibles,
especialmente cuando se desarrollan con metodologías participativas y adaptadas al contexto
local (Zamora & Espinosa, 2023; UNESCO, 2023). Esta medida es estratégica para lograr la
sostenibilidad a largo plazo de las acciones AbE, pues crea una base social activa y
empoderada que defiende el patrimonio natural y demanda acciones responsables de las
instituciones.
4. Fortalecimiento institucional y gobernanza adaptativa
Las medidas AbE requieren marcos institucionales sólidos, multisectoriales e inclusivos. Una
gobernanza adaptativa, con actores locales empoderados, capacidades técnicas fortalecidas
y plataformas de coordinación interinstitucional, es esencial para enfrentar los desafíos del
cambio climático (Pérez-Ruzafa et al., 2022). En el contexto cubano, esta medida se alinea
con los principios del Sistema Nacional de Áreas Protegidas (SNAP) y con los lineamientos del
desarrollo económico y social aprobados por el Partido y la Revolución. La creación de un
Comité Local de Gestión con representación de las comunidades costeras, la academia,
empresas turísticas y autoridades ambientales puede actuar como cleo integrador y
facilitador del monitoreo, la toma de decisiones y la movilización de recursos.
5. Integración de la AbE en el ordenamiento turístico
Hombre, Ciencia y Tecnología ISSN: 1028-0871 Vol.29, No. 3, jul-sept, pp. 158-166, 2025
- 165 -
Una adaptación efectiva al cambio climático no puede separarse de los instrumentos de
ordenamiento del territorio. Integrar las medidas AbE en los planes de desarrollo turístico de
Nuevitas y Camagüey asegura su permanencia en el tiempo y garantiza la compatibilidad entre
las dinámicas del turismo y la conservación ecológica. Esta integración ha sido recomendada
por la Organización Mundial del Turismo (OMT) y el Programa de Naciones Unidas para el
Desarrollo (PNUD), que han promovido modelos de turismo resiliente basados en la naturaleza
en islas del Caribe (OMT-PNUD, 2022). Además, el Plan Nacional de Desarrollo Económico y
Social hasta 2030 reconoce el turismo sostenible como uno de los pilares estratégicos del
desarrollo cubano.
La implementación de estas medidas AbE debe desarrollarse de forma escalonada,
monitoreada y adaptativa. Es crucial que se basen en diagnósticos científicos actualizados, se
articulen con las políticas públicas locales y nacionales, y cuenten con financiamiento
sostenible. En ese sentido, se recomienda vincular estas acciones con programas de
cooperación internacional y esquemas de financiamiento climático, como el Fondo Verde para
el Clima, el Fondo Global para el Medio Ambiente (GEF), o el Programa de Adaptación del
PNUD.
La AbE ofrece una alternativa viable frente a soluciones tradicionales de infraestructura gris,
con menores costos y mayor sostenibilidad a largo plazo. Este enfoque no solo protege la
biodiversidad, sino que mejora la seguridad hídrica, alimentaria y económica de las
poblaciones costeras, reafirmando su valor estratégico para el desarrollo sostenible de Cuba.
Conclusiones
La Thalassia testudinum en Playa Santa Lucía presenta signos evidentes de degradación por
causas antrópicas y climáticas, lo cual compromete la sostenibilidad del destino turístico y los
servicios ecosistémicos asociados.
La propuesta de medidas de adaptación basada en ecosistemas constituye una alternativa
viable y efectiva para conservar y restaurar las praderas marinas, articulando enfoques
científicos y comunitarios.
La implementación de estas acciones puede fortalecer la resiliencia socioecológica del destino
y convertirse en una referencia para estrategias similares en otros contextos costeros del
Caribe cubano.
Hombre, Ciencia y Tecnología ISSN: 1028-0871 Vol.29, No. 3, jul-sept, pp. 158-166, 2025
- 166 -
Bibliografía
CITMA. (2017). Plan de Estado para el Enfrentamiento al Cambio Climático: Tarea Vida.
Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente, República de Cuba.
Duarte, C. M., Kennedy, H., Marbà, N., & Hendriks, I. E. (2022). Seagrass meadows as a
globally significant carbon stock. Nature Geoscience, 15(2), 100107.
https://doi.org/10.1038/s41561-022-00860-4
Fourqurean, J. W., Duarte, C. M., Kennedy, H., Marbà, N., Holmer, M., Mateo, M. A., ... &
Serrano, O. (2012). Seagrass ecosystems as a globally significant carbon stock. Nature
Geoscience, 5(7), 505509. https://doi.org/10.1038/ngeo1477
Green, E. P., & Short, F. T. (2020). World atlas of seagrasses. University of California Press.
OMT-PNUD. (2022). Tourism and Climate Change: Unlocking adaptation through nature-based
solutions. Organización Mundial del Turismo & Programa de Naciones Unidas para el
Desarrollo.
Pérez-Ruzafa, Á., Marcos, C., & Pérez-Ruzafa, I. M. (2022). Adaptive governance and
ecosystem-based management for climate change adaptation in coastal areas. Ocean &
Coastal Management, 223, 106157. https://doi.org/10.1016/j.ocecoaman.2022.106157
Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (2021). Making the case for
ecosystem-based adaptation: The global stocktake of EbA evidence and guidance for
future EbA planning. United Nations Environment Programme.
https://wedocs.unep.org/handle/20.500.11822/36774
UN Environment Programme (2022). Global Seagrass Watch: State of the World’s Seagrasses.
United Nations Environment Programme.
United Nations Educational, Scientific and Cultural Organization (2023). Educación ambiental
para el desarrollo sostenible en zonas costeras. Organización de las Naciones Unidas
para la Educación, la Ciencia y la Cultura. https://unesdoc.unesco.org/
Vázquez, Y., & Morales, D. (2021). Vulnerabilidad ecológica de las praderas marinas en
Camagüey. Revista de Ciencias Ambientales, 45(2), 127140.
Whelan, K. R. T., & Fourqurean, J. W. (2020). Seagrass transplantation in the Caribbean: A
review of techniques and success factors. Marine Pollution Bulletin, 151, 110813.
https://doi.org/10.1016/j.marpolbul.2019.110813
Zamora, M. & Espinosa, D. (2023). Participación juvenil y educación ambiental en ecosistemas
costeros de Cuba. Revista Cubana de Educación Ambiental, 14(2), 4560.