Hombre, Ciencia y Tecnología ISSN:1028-0871 Vol. 28, No. 1, ene-mar, pp. 14-23, 2024
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Introducción
El interés actual en la medicina herbolaria y la búsqueda de opciones terapéuticas
alternativas, tiene sus raíces en una creciente insatisfacción hacia la medicina convencional,
tanto por su falta de éxito en la cura de algunas enfermedades, como por los efectos
colaterales que ciertos medicamentos acarrean.
Quizás la característica más sobresaliente de la flora cubana es su alto grado de endemismo,
alcanzando el mayor porcentaje dentro de las Antillas. Según datos publicados en el año
2003, la flora del territorio cubano incluye 3,409 especies endémicas, cifra que abarca el
52,4% de las plantas debidamente clasificadas en el archipiélago; por ejemplo, entre sus
1,300 especies de árboles, 468 son propias de Cuba. No obstante, este índice se modifica
con una velocidad relativamente alta, debido a los hallazgos que realizan las expediciones
científicas que constantemente visitan los ecosistemas naturales cubanos (López y Duarte,
2022).
Es en la región oriental, donde se han clasificado la mayor parte de las especies exclusivas
de Cuba (más de 1,800), por lo que constituye un "punto caliente" para el endemismo
florístico, no solo de la cuenca del Mar Caribe insular, sino de todo nuestro planeta. Por
ejemplo, en el territorio de Moa y sus alrededores, la zona más lluviosa de la isla, que
además está surcada por numerosas corrientes fluviales, existe un clima tropical húmedo
muy peculiar, inexistente dentro de las restantes regiones del archipiélago. Adicionalmente,
se localizan en sus suelos diferentes capas geológicas (serpentinitas, suelos ferrosos,
estratos ígneos ácidos entre otras) sobre las cuales se han desarrollado tipos de vegetación
bien diversos y exclusivos, que resultan admirables por sus caracteres botánicos.
Dentro de esta región, el macizo montañoso Nipe-Sagua-Baracoa, en especial, resulta de
gran interés al constituir el territorio de mayor diversidad biológica del país y por algunos de
sus elementos distintivos como el alto grado de endemismo, la presencia de muchas
especies compartidas entre esta subregión y otras provincias florísticas y la presencia de
tipos particulares de vegetación, originadas por el gran mosaico de las condiciones
abióticas, todo lo cual determina la importancia del conocimiento y la conservación de la flora
y la vegetación de este.
Aunque se han realizado estudios sobre la biodiversidad florística de este macizo
montañoso, persisten importantes vacíos de conocimiento (Ochoa et al., 2019); así, por
ejemplo, no se ha profundizado suficientemente en los estudios etnofarmacológicos referidos
a las especies representadas en los diferentes sectores del mismo.
Existe, por lo tanto, la necesidad de realizar evaluaciones masivas de especies vegetales
para determinar la presencia de compuestos bioactivos, pues productos naturales
potencialmente activos permanecen sin investigar en este gran depósito de material vegetal.
Un criterio preliminar importante, como punto de partida para la selección de especies a
incluir en estas investigaciones, lo constituye la experiencia popular, en cuanto al uso
medicinal de las mismas. Sobre esta base, el presente trabajo tuvo como objetivo, el estudio
del uso medicinal tradicional de la flora, por pobladores de cuatro comunidades de montaña
correspondientes a los municipios Yateras, Baracoa y San Antonio del Sur, provincia de
Guantánamo, en el Oriente de Cuba.
Materiales y métodos
Descripción del área de estudio
Se seleccionaron cuatro comunidades correspondientes a los municipios Yateras, Baracoa y
San Antonio del Sur, Provincia de Guantánamo, las cuales se relacionan a continuación: