Hombre, Ciencia y Tecnología ISSN: 1028-0871 Vol. 27, No. 2, abr-jun, p.102-109, 2023
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Introducción
La población mundial crece diariamente, por lo que se incrementan los requerimientos de
alimentos, tanto en cantidad, como en calidad. Para cubrir estas necesidades, se acude al
aumento de las áreas de explotación, al uso eficiente de los suelos y/o a la aplicación de
nuevas técnicas de cultivo, donde las hortalizas, figuran como vegetales de gran importancia,
tal es así que, a pesar de esos recuerdos de la infancia, donde la acelga (Beta vulgaris L. var.
Cicla), junto a la espinaca (Spinacia oleracea L.) eran víctimas de rebeldía y pataleo de “no me
gustan” por parte de muchos niños, estas hortalizas son muy versátiles a la hora de cultivarlas.
Más allá de sus valores nutricionales, son también protagonistas de deliciosas comidas
Balaudo, (2020).
La producción de acelga tiene una relación directa con el número total de plantas por hectárea
conocida como densidad de siembra, esto es importante ya que en el caso de las hortalizas
de hoja una alta densidad de siembra permitiría una mayor cosecha, pero al competir entre
ellas por el espacio y los nutrientes serían de menor tamaño. Esto puede ser un problema para
el agricultor y los parámetros de calidad al tener que determinar la densidad de siembra óptima
Chumbipuma, (2019).
El cultivo de la acelga es una alternativa para incrementar la producción de hortalizas, pero
cuenta con una problemática compleja, el campesino practica una agricultura de subsistencia
que se caracteriza básicamente por sus bajos niveles de productividad debido a una serie de
factores limitantes, como las condiciones climáticas, seguido por el desfavorable uso de
abonos, la utilización de variedades no adecuadas, malas prácticas de atención a los cultivos,
más aún en ciertas labores culturales, como la poda que estimula el desarrollo de las hojas.
Es por ello que se hace necesario un estudio que permita desarrollar las características
solicitadas en el mercado, utilizando para tal fin la técnica de poda, con lo que se pretende
mejorar el desarrollo natural de la planta, la calidad, tamaño, color, textura, sabor y
consistencia, manteniéndola siempre verde, removiendo la vegetación de hijuelos que brotan
a la altura del cuello, con lo que se estimula el crecimiento, manteniendo en equilibrio la
producción de hojas, aumentando la cosecha y evitando el agotamiento prematuro de la planta.
Además, permite el manejo de plagas y enfermedades ya sea preventivas o para combatirlas,
y debido a las características propias de cada variedad lisa o crespa, es imprescindible
determinar el mejor rendimiento y calidad de los mismos a partir de la mencionada técnica y la
distancia de siembra empleada, lo que demostrará la conveniencia o no de utilizar una u otra
variante desde el punto de vista del productor.
Teniendo en cuenta estos antecedentes se realizó este trabajo con la finalidad de evaluar la
productividad de la acelga (Beta vulgarisvar. cicla L.) en diferentes distancias de siembra y
frecuencias de poda en condiciones de campo.
Materiales y métodos
Descripción del área de estudio
El experimento se desarrolló en la finca del campesino Luis Ross Céspedes, vinculado a la
Cooperativa de Crédito y Servicios (CCS) Sabino Pupo, situada en la localidad de Banito 6,
del Consejo Popular Carrera Larga, municipio El Salvador, provincia de Guantánamo, en el
período comprendió desde el 10 de noviembre de 2022 al 11 de enero de 2023, sobre un suelo
pardo con carbonato, poco humífico y buen drenaje según MINAGRI (1999).
Metodología empleada
La preparación del suelo se realizó según normas técnicas descritas en el Manual Técnico de
Organopónico y Huertos Intensivos (MINAGRI, 2000), así como las atenciones culturales,