Hombre, Ciencia y Tecnología ISSN: 1028-0871 Vol. 26, No. 2, abr-jul pp.1-10, 2022
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Introducción
El fuego ha sido causante de numerosas de las adaptaciones presentes en el género Pinus y
de su amplia distribución en su hábitat nativo del hemisferio Norte y su alto rango expansivo
como especie exótica en el hemisferio Sur. Rodríguez (2010). No obstante, para poder usar
de forma sostenible los bienes y servicios que aportan los recursos forestales el hombre ha
tenido que conocer cuáles son los efectos del fuego en los diferentes elementos de los
ecosistemas forestales. Esto ha propiciado que, en varios países como Estados Unidos,
Brasil y España, se cuente con suficiente información al respecto, llegando incluso, al grado
de legislar la forma de evaluar el impacto ambiental de los incendios forestales.
La importancia de los bosques, afortunadamente, es reconocida por todos desde hace
mucho tiempo. Estos complejos ecosistemas terrestres son parte integrante de los sistemas
sustentadores de vida de la Tierra y desempeñan un importante papel en la regulación de la
atmósfera y el clima. También es de importancia su capacidad como sumideros de carbono,
calculándose que contienen más del 80 por ciento del mismo presente sobre la superficie
terrestre y aproximadamente el 40 por ciento de todo el existente en el subsuelo terrestre.
Son, además, un recurso natural insustituible que ofrece al hombre cantidad de bienes y
servicios (Betancourt ,1990).
Cuba es uno de los países con una tasa positiva de reforestación – deforestación, resultado
de una acertada política seguida por la dirección del país desde 1959 hasta la fecha,
encontrándose enmarcado en el desarrollo forestal del Programa de Desarrollo Económico
Forestal hasta el año 2025, el cual, MINAG (2012), contempla satisfacer los requerimientos
del mercado interno, sustituir importaciones y generar los ingresos necesarios para su propio
desarrollo y convertirse en un rubro importante de ingreso de divisas al país, acrecentando,
al mismo tiempo, el importante papel de protección que desempeña el bosque.
La FAO (1986), define al incendio forestal como aquel fuego que ocurre sobre vegetación
silvestre, excepto los fuegos bajo prescripción. Esta definición es utilizada, en su esencia, por
distintos autores, aunque en ocasiones traten de ampliar la definición especificando, por
ejemplo, que queman incontroladamente tierras cubiertas total o en parte por árboles,
arbustos, pastos, gramíneas, u otra vegetación inflamable.
La Organización Internacional de las Maderas Tropicales (OIMT), Moreno (2012), elaboró las
Directrices sobre el Manejo de Incendios en los Bosques Tropicales con el fin de ayudar a los
países productores y consumidores de esta organización a elaborar programas para reducir
los daños causados por los incendios y ayudar a los administradores de los bosques
tropicales y a los pobladores rurales a utilizar y aprovechar de forma segura los efectos
beneficiosos de los incendios en los sistemas de uso de la tierra.
Acosta y Paretas (2016) plantea que innumerables causas pueden citarse para explicar los
sostenidos efectos del fuego que han tenido los ecosistemas forestales en la degradación y