- 66 -
Hombre, Ciencia y Tecnología ISSN: 1028-0871 Vol. 25, No. 4, oct-dic. pp. 64-73, 2021 familia papoviridae. Muestra gran tropismo por las células de la piel y membranas mucosas;
entre sus características más sobresaliente está la estimulación de la síntesis de ADN celular y sus proteínas oncovirales actúan con las proteínas supresoras tumorales, una causa de cáncer para el ser humano infectado.
Según la OMS (2017) la infección por VPH es más frecuente en las mujeres menores de 30 años y las adolescentes tienen la incidencia máxima relacionado principalmente al inicio de la vida sexual. La prevalencia a nivel mundial varía desde 2 a 44%, presentándose en 15,6% de las mujeres en el continente americano. Estiman el riesgo de que una mujer adquiera VPH para los 50 años de edad es mayor a 80%. Actualmente se detectan 72,000 casos nuevos de VPH por año en Latinoamérica y fallecen 33,000 mujeres anualmente de cáncer cervicouterino que es una complicación directa del VPH. La infección puede localizarse en cérvix, vagina, vulva, ano y periné, zonas vulnerables a infecciones en las cuales pueden identificarse y tipificarse virus del grupo de alto riesgo. Verheijen y Meijer (2001) refieren que uno de los mayores intereses de la investigación en VPH reside en la asociación etiológica de algunas de estas infecciones con el carcinoma de cérvix y con otros tumores del tracto genital femenino. Las infecciones del VPH son la causa de 99,7% de los casos de cáncer cervicouterino, un carcinoma que se forma en los tejidos del cuello uterino e incluye las neoplasias malignas.
Existen varios factores de riesgo que han sido atribuidos al contagio por infección de VPH. Estos incluyen promiscuidades sexuales en calidades ambientales frágiles asociada a deficiente cultura higiénica sanitaria ambiental, antecedentes de una coinfección de trasmisión sexual, una situación socioeconómica baja, un gran número de partos, el consumo de tabaco y el alcohol entre otros. La mayoría de las infecciones de VPH aparecen sin síntomas y las defensas naturales del cuerpo las resuelven en un plazo de dos años (OPS, OMS 2018), pero por ser estas asintomáticas, el VPH puede permanecer en el organismo sin detectarse en mucho tiempo, adaptarse a las condiciones medioambientales y hacer mutaciones donde vive la persona infectada (calor, frio, humedad, degradación ambiental, salinidad, lluvias ácidas entre otras) para luego, la falta de responsabilidad sexual favorecer al contagio indiscriminado debido a la alta transmisibilidad que desarrolla en medios socioambientales frágiles.
Pupo Ávila NL, Hernández & Presno (2017) fundamentan la necesidad de investigaciones dirigidas a identificar un modelo de gestión de transferencia de conocimientos coherente con