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Hombre, Ciencia y Tecnología ISSN: 1028-0871 Vol. 25, No. 4, oct-dic. pp. 54-63, 2021 Introducción

Por la posición geográfica en la que se encuentra la región oriental de Cuba posibilita que, meteorológicamente, se caracterice por una significativa cantidad de casos de caída de granizos y vientos lineales fuertes, y en menos ocasiones tornados, originados todos por eventos muy intensos de la convección profunda, con una interacción fuerte con la dinámica atmosférica global (Alfonso, 1994; Aguilar et al., 2005; Aguilar, 2006; Rojas, 2006; Bermúdez, 2009).

El Servicio Meteorológico en Cuba tiene establecido oficialmente el término de Tormenta Local S evera (TLS), por la clasificación propuesta por Alfonso (1994), como “toda tormenta local (en la escala mesoganma de Orlanski, 1975), en general eléctrica, que presenta uno o varios de los siguientes fenómenos, que se consideran severos: Tornado; Turbonada con racha de viento lineales de 25 m/s o más, no asociada directamente al tornado; granizo de cualquier tamaño y tromba marina ”.

Por sus impactos negativos, al tema de las TLS en Cuba y los procesos asociados se les ha dedicado especial interés por parte de los investigadores en la mayoría de los territorios afectados, destacándose Alfonso (1986), quien realizó varios estudios acerca de estos fenómenos, los cuales dejo plasmado en su obra “Climatología de las Tormentas Locales Severas en Cuba ”, publicada en 1994. Más tarde Aguilar et al., 2005, 2009 y 2010; Carnesoltas et al., 2009 y 2010 continuaron las investigaciones sobre esta temática, contribuyendo al conocimiento estadístico de estos eventos y a la evaluación global de la amenaza de tiempo severo explorando las condiciones sinópticas favorables para las TLS con plazo de antelación de 24 y 48 horas, concretados en los análisis de las configuraciones a escala sinóptica que favorecen la presencia de este tipo de fenómenos en Cuba, a partir de una serie de reportes en el período 1980- 2002.

En los últimos años el estudio de las Tormentas Locales Severas ha adquirido una connotación especial por lo que resulta necesario conocer los posibles riesgos que estas pueden ocasionar para de esta forma determinar las zonas más vulnerables a la ocurrencia del mismo y así poder mitigar los desastres que suelen ocurrir.

Si bien la predicción especifica de un tipo de severidad sólo puede lograrse a escalas espacio temporales muy cortas, mediante el uso de técnicas de teledetección, el conocimiento anticipado de determinadas condiciones de riesgo a través de la evolución del entorno sinóptico previo y profundizando en el comportamiento regional de estas a través del comportamiento de sus reportes, podría dar las bases para la planificación de medidas preventivas anticipadas, que mitiguen cualquier posible efecto, haciendo además más eficientes los sistemas generales de predicción del tiempo.

El impacto humano y socioeconómico de estos sistemas no solamente se debe a su severidad, sino a lo extremadamente difícil que resulta su predicción; y por el estrecho margen de tiempo en que se desarrollan estos procesos. Todo ello puede tener consecuencias trágicas para la vida humana, y en algunos casos se convierten en verdaderas catástrofes para toda la sociedad.