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Hombre, Ciencia y Tecnología ISSN: 1028-0871 Vol. 25, No. 3, jul-sep. pp. 128-137, 2021 Introducción

Los frutales ocupan un papel destacado en los agroecosistemas campesinos, ya que son utilizados para proveer sombra a las casas, además de presentar propiedades antioxidantes, riqueza en vitaminas, minerales y fibras. Por lo que deben formar parte de una dieta adecuada para la salud humana y debe ser imprescindible incrementar el surtido de estas especies por razones nutricionales, económicas y ambientales (Rodríguez. et al 2007). Dicho consumo es considerado un factor protector ante el riesgo de enfermedades crónico- degenerativas que en la actualidad que en gran medida parte generan más del 63 % de la mortalidad en el mundo. Con la finalidad de prevenirlas, la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda un consumo mínimo de 400 gramos de frutas y verduras (esta categoría excluye a los tubérculos y las leguminosas). De consumirse en cantidades adecuadas, aportan suficiente fibra dietética, así como una gran cantidad de nutrientes esenciales y no esenciales, sin incrementar demasiado las calorías en la dieta (López &Alarcón 2018).

De acuerdo con (Companioni. Rodríguez & Sardiñas 2017), en la última década se han producido en zonas urbanas y periurbanas en el marco del Programa, más de 15 millones de toneladas de alimentos sin el uso de productos químicos, dentro de las cuales ocupan un lugar importante los frutales. Se fomentan 15 Jardines Provinciales de Frutales, donde se desarrollan colecciones que comprenden entre 100 y 160 especies de estos cultivos, gran parte de ellas escasas o en peligro de extinción, lo cual impacta en la biodiversidad frutícola en los distintos territorios. Partiendo de la necesidad de profundizar en el consumo de frutales en el territorio el presente trabajo tiene como objetivo diagnosticar la cultura del consumo de frutas en comunidades del Consejo Popular de Costa Rica.

Materiales y métodos

El estudio se desarrolló en el periodo comprendido de enero – mayo del 2018. Se seleccionaron 6 comunidades del Consejo Popular de Costa Rica, (Corralillo, Confianza, Egipto, La Dora, Santa Rita y Ermita) en el municipio El Salvador, provincia Guantánamo. Las mismas se dedican en la actualidad al cultivo de la caña de azúcar, cultivos varios, frutales, forestales y ganadería en pequeñas cantidades.

Selección de la muestra. La unidad de muestreo fueron todas las personas que se encontraban en la comunidad mayores de 20 años. Para estimar el tamaño de la muestra a encuestar por comunidad, se utilizó la fórmula propuesta por Poate y Daplyn (1993), la cual es útil cuando se desconoce el número total de individuos que constituyen la población ( fórmula 1 ).

Fórmula 1.

Donde:

n = Número de personas a encuestar (tamaño de la muestra)

Z a

=1,96. El cual corresponde al cuartil de la distribución normal equivalente a una confiabilidad del 95%

X = 0,05. Equivale a la precisión o error máximo permisible.

C = Coeficiente de variación de la variable (Cuáles frutas consume frecuentemente).

El coeficiente de variación de la variable (Cuáles frutas se consumen), se tomó con base a un estudio exploratorio, donde se encontró que el coeficiente de variación para la variable mencionada fue del 0.29%). De esta forma, al reemplazar estos valores en la fórmula se estimó que el tamaño de la muestra debía ser de 129 personas pertenecientes a las seis comunidades.