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Hombre, Ciencia y Tecnología ISSN: 1028-0871 Vol. 25, No. 3, jul-sep. pp. 111-117, 2021 Introducción

En la nueva era de la globalización, la sostenibilidad de los procesos de producción en todo su contexto y las exigencias de los tratados y convenios internacionales imponen nuevos retos a las empresas e instituciones que requieren perfeccionar sus métodos de producción y poder ofertar al mercado un producto que satisfaga los intereses y demandas de la sociedad y principalmente que permita asegurar tanto a las generaciones presentes como futuras los bienes y servicios que proporcionan los bosques (Montalvo- Buksnowitz et al ., 2010).

En Cuba las plantaciones de Pinus se han incrementado considerablemente debido a que, por su versatilidad juegan un rol protagónico en los planes de reforestación del país (Leckoundzou, 2015).

Cuando estos árboles viven en la naturaleza pueden ser dañados o deformados por la superpoblación, las enfermedades y la exposición al viento o la lluvia por tanto, su cultivo implica también mantenerlos sanos y vigorosos (Burnie, 1994).

Son igualmente de extraordinaria importancia, los beneficios indirecto que prestan los pinares a la humanidad: Protegen los suelos contra la erosión, mejoran su estructura y la enriquecen en materia orgánica, contribuyen a mantener el equilibrio biológico tan indispensable para el desarrollo y supervivencia de los seres vivos o como excelente reservorio de dióxido de carbono, importante gas de efecto invernadero (Rodríguez y Molina 2003).

Los bosques de pinares, juegan un papel importante en la economía forestal nacional, debido al uso universal de los mismos, la importancia de los pinos está subrayada más aun, por su rápido crecimiento y por un porcentaje elevado de su utilización, debido al fuste recto.

Por diversas razones las plantaciones realizadas en Cuba con objetivos industriales no han sido tratadas y cuidadas de la forma que hoy permitiesen contar con un bosque sano y vigoroso lo cual a su vez garantiza en su procesamiento ulterior madera aserrada con un máximo de calidad (Aldana, 2017).

Materiales y Métodos

Ubicación del área de estudio

El trabajo se desarrolló en la Unidad Empresarial de Base (UEB) Silvícola Mayarí, en la fecha comprendida desde septiembre de 2019 a julio de 2020 , la cual se encuentra dispersa por todo el municipio ( figura 1 ), con una superficie de 3902,1 ha, dividida en 16 lotes y 125 rodales, con 340, 2 y 45 hectáreas como promedio respectivamente.