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Hombre, Ciencia y Tecnología ISSN: 1028-0871 Vol. 25, No. 3, jul-sep. pp. 96-103, 2021 Introducción
El abuso tecnológico y terapéutico de fármacos, la expansión incontrolable de gastos en recursos que pueden ser sustituidos por otros menos dañinos y la iatrogenia provocada por la desmedida utilización de antimicrobianos, tanto a humanos como en los ecosistemas con los que interactúan, son problemas de recurrente preocupación y alerta en los organismos internacionales de salud, los cuales se han pronunciado al respecto.
La Organización Mundial de la Salud (OMS, 2004) se refiere a la Medicina Natural y Tradicional como el conjunto de prácticas o medicamentos que se utilizan para prevenir, diagnosticar o aliviar desequilibrios físicos y mentales, cuyos núcleos básicos son la observación y el conocimiento de las leyes fundamentales de la naturaleza según las cuales, éstas gobernarían el funcionamiento del organismo humano, y de su interacción con el entorno biomaterial, siguiendo los ciclos del mismo.
De acuerdo con Ramis y Sotolongo (2009) en esta disciplina se concibe, desde sus milenarias bases filosóficas asiáticas, el estudio integral del hombre de una forma holística, a partir de la consideración del conjunto de subsistemas que lo integran, los cuales están interconectados por medio de una compleja y muy estrecha relación bioenergética a los diferentes niveles de organización de la materia con los cuales interactúa el ser humano.
Se considera en Cuba, de manera general, el empleo de la MNT tuvo dos momentos significativos. Uno caracterizado por el empleo de prácticas aisladas de medicina verde, acupuntura, fangos mineromedicinales, entre otras y un segundo momento, como práctica institucionalizada, con la introducción escalonada de la MNT en el Sistema Nacional de Salud, proceso iniciado a principios de la década de 1990 cuando el Ministerio de Salud Pública (MINSAP) concretó la necesidad del uso de las plantas medicinales e introdujo los recursos terapéuticos de la Medicina Tradicional China, según refiere Morón (2009).
En cumplimiento de la Directiva FAR 26/95, en la década antes dicha se forman los primeros especialistas en MNT y se profundiza en el estudio de la homeopatía, a un tiempo que se renueva en todo el país la explotación de las fuentes termales e hidro-minero medicinales. En marzo de 1995 se creó la Comisión Estatal Interministerial para el desarrollo de la medicina natural y un año más tarde, en 1996 se aprobó el Programa para el Desarrollo de la MNT, de acuerdo con las Fuerzas Armadas Revolucionarias (2010).
Del Centro de Información, Divulgación y Educación Ambiental (CIDEA, 1997) se asumen los principales problemas ambientales de Cuba, debidamente identificados en la Estrategia Ambiental Nacional: la degradación de los suelos, el deterioro del saneamiento y de las condiciones ambientales en asentamientos humanos, la contaminación de las aguas terrestres y marinas, la deforestación y la pérdida de la diversidad biológica y la insuficiente e ineficiente educación ambiental, los cuales aún aguardan por solución.
Es en este sentido que se percibe una contradicción entre la necesidad del empleo útil de la MNT en las condiciones concretas de nuestro país y la pobre percepción acerca de la utilidad de la misma, dado los abundantes recursos naturales existentes en los ecosistemas frágiles del territorio guantanamero. De dicha contradicción se deriva el problema científico ¿Cómo contribuir a mejorar la percepción sobre la utilidad de la MNT en ecosistemas frágiles?