- 67 -
Hombre, Ciencia y Tecnología ISSN: 1028-0871 Vol. 25, No. 3, jul-sep. pp. 66-75, 2021 Introducción
El origen de la planta de maíz (Zea mays L.) es América, su fruto produce un grano fundamental para la alimentación humana, con gran importancia a nivel mundial (Yanez et al., 1998; Chura y Tejada, 2014). La producción de maíz en Ecuador a pesar de ser una de las más importantes para la alimentación humana y animal, no es cubierta la necesidad por su producción nacional, por ello se tiene que importar significativa cantidad de este grano para poder resguardar los requerimientos en este país (Rodríguez et al., 2020). El maíz aporta nutricionalmente energía, nutriente importante para la producción de alimentos (Escobar, Sánchez, y García, 2016). Este grano se siembra en la zona costera bajo diferentes condiciones ambientales de humedad, temperatura, luminosidad, régimen de lluvias y suelos (Colina et al., 2017; Lagunes-Domínguez et al., 2018). Evaluaciones con diferentes genotipos en ambientes agroecológicos variados han resultado dificultosas para la selección de los materiales más favorables para las distintas localidades, debido a la interacción genotipo por ambiente (García et al., 2020). Esta interacción está influenciada por los programas de fertilización evidenciándose dentro de las variables medibles (Barrios, Yzquierdo y Escobar, 2019).
El rendimiento del cultivo de maíz en Ecuador se encuentra por debajo del potencial genético de los híbridos cultivados (Rosado et al., 2018), no expresándose adecuadamente en las condiciones de las zonas sembradas, considerando que se deba al uso de semillas con bajos rendimientos (García y Díaz, 2018; Aguilar-Carpio, 2016), también las condiciones de clima y suelo ejercen variabilidad sobre el rendimiento (Olguín López, 2017). Lo que lleva a los maiceros a seleccionar semillas que tengan un mayor potencial en cuanto a rendimientos productivos, a la vez esto implica una mayor necesidad de nutrientes para las plantas, incrementándose de esta manera los costos de producción (Rodríguez et al., 2020). Los genotipos más productivos y de menor costo podrían significar una ventaja en la producción de semilla híbrida con un alto potencial productivo (Pérez-López et al., 2014).
Debido a las diversas condiciones donde son establecidos los cultivos de maíz (Zea mays L.) y la necesidad de semillas mejoradas con alto potencial productivo (Sánchez-Ramírez, Mendoza-Castillo y Mendoza-Mendoza, 2016), es necesario estudiar los materiales genéticos que se encuentran en el mercado, observando sus necesidades nutricionales y evaluar su rentabilidad (Remache et al., 2017). Es la única forma de seleccionar híbridos con eficiencia de producción para las características de c/región (Borroel, 2018).
En muchas ocasiones el productor comete el error de seleccionar semillas de la producción de los híbridos, lo cual no es bueno sembrar semilla de la segunda generación F2 por su disminución en la producción, se debe adquirir semilla certificada en cada siembra, el productor puede observar notoriamente una diferencia positiva (Tadeo-Robledo, 2016). Para el agricultor, la siembra de semilla de calidad constituirá una inversión más rentable (García- Rodríguez et al., 2018), estableciendo un agronegocio rentable ya que podría obtener ingresos cuatro veces mayores que vendiendo solo grano de otros tipos de maíz (Medina- Hoyos, Narro-León, y Chávez-Cabrera, 2020). Por lo anterior, se planteó como objetivo evaluar el comportamiento agronómico y económico de genotipos de maíz amarillo duro (Zea mays L.) en La Troncal, Ecuador.