Hombre, Ciencia y Tecnología ISSN: 1028-0871 Vol. 25, No. 3, jul-sep. pp. 11-19, 2021
1
-La sopa de ají y la sopa de berenjena. Para la sopa de ají se utiliza ampliamente la
variedad criolla “Topito” y para la sopa de berenjena, se utilizan variedades criollas como
Lila”, “Morada” o “Negra”. No se usan variedades con ligero sabor amargo como “Güevo e’
burro”, ni muy pequeñas como “Picha e’ perro”
“
2
-El mote de queso. En la costa atlántica tiene dos versiones. La primera es la del
departamento de Sucre, que utiliza tomate (Solanum lycopersicum L.) y bledo de chupa
Pereskia bleo (Kunth) D.C], a diferencia de la segunda, del departamento de Córdoba, que
[
utiliza tajadas fritas de berenjena.
Las semillas de hortalizas criollas están en riesgo de desaparecer si los pueblos no fomentan
su defensa y conservación.
En Colombia las comunidades campesinas, indígenas y afrodescendientes han jugado
históricamente un papel protagónico en el resguardo y multiplicación de las semillas criollas,
lo cual ha sido un aporte significativo a la alimentación de gran parte de la población y en la
conservación de los recursos naturales. La riqueza de recursos naturales representada en la
amplia variabilidad genética de las semillas criollas incluye varias hortalizas entre las que
sobresalen: yuca, ñame, batata, achote, tomate, ají, berenjena, cebollín, col, espinaca,
candia, fríjol, caraota, habichuela, guandul, guisante, pepino, calabaza, auyama, patilla,
melón, calabazo, vitabosa, cilantro criollo (de monte o culantro) y bijao (Forero et al., 2008).
Y es el bijao [(Calathea lutea AUBL.)] la hoja que envuelve muchas comidas de la cultura
Caribe, entre ellas la zarapa que llevan los campesinos a sus faenas de trabajo, el bollo y el
pastel de arroz o de masa, también llamado tamal. Es así como el bijao incorpora su
particular sapidez y aroma a los sabores de veintitrés plantas hortícolas que se encargan de
darle vida y sazón al pastel: maíz (o arroz), achote, limón, pimienta de olor, pimienta picante,
comino, cebollín, cilantro, apio, zanahoria, papa, calabaza, cebolla roja, ajo, ají dulce,
pimentón, berenjena, habichuela, aceituna, arveja, col, repollo y calabaza, incluyendo como
planta hortícola la palma iraca, de donde se obtiene la cuerda para amarrarlo.
Entre las hortalizas criollas productoras de frutos de la costa Caribe están la patilla o el
melón. En lo que respecta a patilla, son importantes los genotipos que se siembran en el
Atlántico, sabanas de Córdoba, Sucre, San Jacinto y Montes de María: “Concha prieta” y
“Concha rayá”. También sobresalen los frutos de pulpa amarilla, representados en una
variedad ya casi extinta conocida como “Panameña”.
Para el caso del melón, en Colombia, en Lorica (Córdoba) y en el departamento del Atlántico
existe una amplia base genética, representada en genotipos criollos, que en concordancia
con Jaramillo y Lobo (1980) incluyen: “Blanco”, “Prieto liso”, “Prieto arrugado”, “Melocotón” y
“España”.
De gran importancia son también los genotipos de tomates de frutos pequeños,
correspondientes en el mercado moderno a los tipos “Cherry”, producidos en dicho contexto
-
16 -