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Hombre, Ciencia y Tecnología ISSN: 1028-0871 Vol. 25, No. 2, abr-jun. pp. 85-91, 2021 Introducción

Las costas cubanas se caracterizan por presentar centenares de bahías y ensenadas, la costa norte tiene una extensión de 3 209 km y la sur, 2 537 km, mientras que la plataforma marina alcanza cerca de 70.000 Km². La naturaleza de las costas cubanas es muy variada, pero de forma general se identifican dos tipos fundamentales, las costas acumulativas biogénicas y las costas abrasivas, cársicas o rocosas. Las costas acumulativas pueden ser arenosas, conformando las playas, y las cenagosas, bajas y con esteros, con una mayor frecuencia y representatividad en archipiélago cubano, sobre todo en la costa sur (Menéndez et al ., 2006).

El ecosistema de manglar ocupa estas costas bajas donde el balance de los efectos de marea y los escurrimientos de agua dulce y nutrientes permiten su presencia, las áreas donde los bosques de mangles alcanzan mayor talla y exuberancia están localizadas alrededor de los principales ríos y cuencas del país, y reciben un mayor aporte de agua dulce, nutrientes y energía (Menéndez et al , 2006).

El ecosistema de manglar tiene una gran importancia en la ecología y protección de las costas cubanas, y conocer su distribución, estado de salud y aspectos de su estructura y funcionamiento es indispensable para garantizar una adecuada gestión del mismo.

Los bosques de mangle cubanos están constituidos, fundamentalmente, por cuatro especies arbóreas, tres de las cuales son consideradas manglares verdaderos por las adaptaciones morfológicas y fisiológicas que presentan al medio acuático salino donde se desarrollan. Estas especies son: mangle rojo ( Rhizophora mangle ), mangle prieto ( Avicennia germinans ), patabán ( Laguncularia racemosa ) y yana ( Conocarpus erectus ). Esta última se considera un pseudo mangle o especie periferal, por no poseer las adaptaciones típicas de las especies de mangle. Estas especies son fáciles de distinguir por sus características. La Rhizophora mangle dispone de raíces de zancudas que le permiten anclarse en los suelos lodosos anegados. Objetivo: evaluar el efecto de diferentes dosis de Cta-Humus® en la obtención de posturas de Rhizophora mangle L para la rehabilitación de áreas degradadas por la minería.

Materiales y métodos

La investigación se realizó en el laboratorio de biotecnología del Instituto de Investigaciones Agroforestales, Tercer Frente, Santiago de Cuba, durante el período comprendido entre diciembre del 2020 a noviembre del 2021 a una temperatura de 27±12°C, humedad relativa 70 %. Fueron plantadas las semillas de Rhizophora mangle en en bolsas de polietileno de 20 cm de alto y 10 cm de ancho contentivas de suelo y materia orgánica de estiércol ovino en una proporción de 3:1. El producto se aplicó en las raíces a los 15 días de plantadas con el empleo de un microaspersor manual. Las dosis utilizadas son las indicadas por Químicas Meristem (2020).

Tratamientos y Diseño Experimental

Se utilizaron cuatro tratamientos que se replicaron cinco veces sobre un diseño completamente aleatorizado.

T1- (Testigo) sin Aplicación

T2- Aplicación de 50 L. ha

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de CTA-humus®

T3- Aplicación de 75 L. ha de CTA-humus®