- 11 -

Hombre, Ciencia y Tecnología ISSN: 1028-0871 Vol. 25, No. 2, abr-jun. pp.10-16, 2021 Introducción

El concepto de Cuadro de Mando Integral (CMI) se presenta en el año 1992, en que sus autores, Robert Kaplan y David Norton, plantean al CMI como un sistema de administración o sistema administrativo que va más allá de la perspectiva financiera con la que los gerentes acostumbraban a evaluar la marcha de una empresa. Según estos dos consultores, gestionar una empresa teniendo en cuenta solamente los indicadores financieros tradicionales (existencias, inmovilizado, ingresos, gastos,) olvida la creciente importancia de los activos intangibles de una empresa (relaciones con los clientes, habilidades y motivaciones de los empleados,) como fuente principal de ventaja competitiva.

Existen varios modelos de CMI que constituyen herramientas de control, el más difundido y actualmente utilizado el de Robert Kaplan y David Norton expuesto en su obra ¨El Cuadro de Mando Integral¨ 1996; el cual proporciona un marco, una estructura y un lenguaje para comunicar la misión y la estrategia, utiliza las mediciones para informar a los empleados sobre las causantes del éxito actual y futuro y articula los resultados que la organización desea con los inductores de esos resultados.

El referido modelo pretende unir el control operativo a corto plazo con la visión y la estrategia a largo plazo de la empresa, considerando para ello las siguientes cuatro perspectivas: finanzas, clientes, procesos internos, formación y crecimiento con la finalidad de lograr un balance y equilibrio de la misma.

La perspectiva finanzas para evaluar la rentabilidad de la estrategia de la empresa, la perspectiva clientes para la identificación de los segmentos de mercado elegidos para competir; la perspectiva procesos para definir una cadena de valor de los procesos internos más críticos; por último; la perspectiva formación y crecimiento para mantener la habilidad de cambiar y mejorar a fin de alcanzar los objetivos de las otras tres perspectivas.

Incuestionablemente, todo enfoque de gestión y control para el desarrollo debe considerar la transversalización de la perspectiva medio ambiental por constituir esta la base material del sustento humano, ello requiere de un abordaje multidisciplinario que permita asumir desde una perspectiva multidimensional dicha perspectiva

Es fácilmente observable que la perspectiva medioambiental, aun cuando se quiera considerar implícita, no ocupa el lugar que le corresponde con carácter explícito en un modelo de control con la el grado de utilización y pretensión del antes referido. Se puede entonces aseverar que existe una brecha determinada por la consideración de las perspectivas actuales y la omisión de la perspectiva medioambiental en el referido modelo que limita su integralidad y con la práctica.

Consecuentemente, el presente artículo tiene por objetivo inducir la consideración de la perspectiva medioambiental en la concepción del Cuadro de Mando Integral para el logro de un equilibrio sostenible y armónico entre los objetivos a corto y largo plazo, así como entre los resultados deseados y los inductores de actuación de esos resultados.

Materiales y métodos

Para resolver el problema planteado se analizaron varias herramientas de control tradicional y estratégico de uso y aceptación, en las cuales no se considera, al menos de forma