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Hombre, Ciencia y Tecnología ISSN: 1028-0871 Vol. 24, No. 4, oct.-dic. pp. 100-109, 2020 Según Ortiz (2018) al referirse a los microorganismos eficientes informa que son varios las

denuncias y demandas a marcas comerciales en varias partes del mundo por su no eficacia en suelos y cultivos, e incluso en animales que quizás de manera precipitada se ha incursionado en este campo con cocteles de microorganismos que no constituyen probióticos y que resultan seguros para el suelo pero inseguros o patógenos para los animales, toda vez que muchas de las tecnologías para producir microorganismos eficientes que se encuentra en la literatura o en el buscador de Goole utilizan como sustrato estiércol animal o efluente de biodigestores, que por desconocimiento pudieran contener una gran carga de microorganismos patógenos. Por esta razón, en este trabajo se señala que en la elaboración de estos microorganismos eficientes no fueron utilizados ni efluente de biodigestores ni estiércol animal como inóculos.

Casula y Cutting (2002) plantean que todo producto antes su uso como probiótico debe al menos considerarse su concentración en aquellos microorganismos que son capases de promover el posible efecto probiótico, de ahí que la presencia de bacterias totales y específicamente levaduras son una prueba del posible funcionamiento del producto, asimismo Rodríguez (2011) informan que desde el punto de vista nutricional, las levaduras cobran hoy en día una gran importancia debido a su elevado valor proteico, el cual se expresa en términos de proteína bruta. Sin embargo, es importante señalar que una fracción puede llegar hasta el 50 %. Los componentes más importantes de la levadura son la proteína, minerales y las vitaminas sobre todo las del complejo B.

Evaluación del efecto de los bioproductos en el control de trastornos entéricos y promotor del crecimiento en precebas.

El destete impone un gran estrés en lechones y se acompaña de cambios fisiológicos, microbiológicos e inmunológicos en el tracto gastrointestinal (Brooks et al ., 2001). Debido a estos cambios, el período después del destete se caracteriza por una alta incidencia de trastornos intestinales con diarrea y bajo rendimiento del crecimiento de los animales (Lalles et al., 2004).

El período de transición de cría a preceba se relaciona frecuentemente con la alta incidencia de síndromes diarreicos post destete, que se desencadenan por patógenos entéricos potenciales como Escherichia coli y Salmonella. Los notables efectos beneficiosos contra Salmonella se logran por la acción de las BAL, como, por ejemplo, las del género Bifidobacterium con investigaciones bien documentadas in vitro e in vivo (Zacarías et al ., 2014). En particular, Barba-Vidal et al ., (2017) afirmaron que Bifidobacterium longum subsp. infantis CECT 7210 (B. infantis IM1®), provocó la reducción de la colonización por Escherichia coli enterotoxigénica (ETEC K88) y la excreción de Salmonella ssp. en cerdos destetados.

Al evaluar la incidencia de diarreas se observó que fue relativamente baja en los grupos que consumieron microorganismos eficiente y probiótico Vitafer ( tabla 4 ) lo que demuestra el efecto protector de estos productos en los cerdos en preceba, aunque se debe destacar que con el tratamiento que incluyó Vitafer la incidencia de este indicador patológico fue aún menor, el cual presentó durante todo el estudio un solo animal con diarrea, sin embargo en el grupo que no consumió ni ME ni Vitafer fueron cuatro los animales afectados y con una frecuencia diaria de tres diarreas por animal enfermo, lo cual conllevó a que en este tratamiento se presentaran un 40 % de morbilidad, el más alto de los grupos en estudio.