Hombre, Ciencia y Tecnología ISSN: 1028-0871 Vol. 24, No. 3, julio-sept. pp.49-55, 2020
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integrada sin que ello signifique el diseño de actividades turísticas desconectadas de una realidad particular.
La delimitación de actividades turísticas sin atención a las características de la ruralidad no posibilita el ejercicio de estrategias económicas que en efecto generen un desarrollo sustentable. Más bien, se constatan desenvolvimientos que satisfacen necesidades de la oferta y la demanda (Hunter, 1997), más enfocados en los rendimientos y menos en la conservación ecológica.
En relación a esa deficiencia, lo que aquí se propone desarrollar valida la concepción de la sustentabilidad en el turismo como un paradigma adaptativo, lo cual es propuesto por Hunter (1997). Esto es, definir un sistema de integración de actividades turísticas en el espacio rural de acuerdo a sus características predominantes. Crear vínculos productivos entre el sector primario y el terciario a través de la agroecología, con un sistema de organización de la producción agrícola que busca la eficiencia en el uso de los recursos y permite sinergias productivas que aspiran satisfacer necesidades de los actores involucrados dentro de una economía circular.
Esta integración significa una dinamización de los procesos de reproducción social en el espacio rural por medio de la revalidación del trabajo agrícola y con un carácter diversificado de atracción turística. Esto le otorga significado a las formas de producciones tradicionales porque los productores mantienen sus roles mientras que su capacidad productiva se relaciona con otras demandas de mercado. Este también es un vehículo de inclusión de esos actores en dinámicas modernas de crecimiento cuando se revelan nexos tangibles entre el trabajo agrícola y el turismo. Un ejemplo de nexo indirecto es cuando ocurre la renovación y conservación de recursos biofísicos (naturales) en los espacios rurales que se convierten en atractivos de la estrategia turística.
La agroecología propone la producción en pequeña escala y diversificada, con la cosecha de varios cultivos intercalados y haciendo uso racional de recursos como suelo, agua y la biodiversidad.
Se prevé a partir de lo existente una producción intercalada de hortalizas, frutales, plantas aromáticas, medicinales y ornamentales como resultado de las prácticas agrícolas. Los productores de esa zona sembraban en relación a las condiciones geográficas y climatológicas predominantes, así como una amplia variedad de especies comestibles, de flora y fauna y con nociones adelantadas de riego y drenaje.
La condición de ecosistema frágil coloca el área en una dimensión de agricultura donde la biodiversidad toma parte para el aumento de la resiliencia frente al cambio climático partir de lo autóctono y la inclusión de los habitantes originarios de la zona costera en los procesos de gestión del desarrollo cuando el turismo llega a dinamizar sus relaciones socioeconómicas y haga uso de los bienes que rodean estas comunidades, el propio productor es capaz de intervenir en la toma de decisiones dentro de con su propia organización, según la forma de producción que lo involucra bajo las condiciones de su comunidad y el mercado turístico que lo prefiera.
Se asocia la agroecología a los procesos productivos rurales y estos a su vez con el turismo rural, evaluando lo atractivo y aplicando la experiencia que tienen las comunidades desde la zona de San Antonio del Sur hasta Maisí a partir de las