Hombre, Ciencia y Tecnología ISSN: 1028-0871 Vol. 24, No. 2, abril-junio pp.116-125, 2020
La violencia de género es el ejercicio de la violencia que refleja las asimetrías existentes en las
relaciones de poder entre mujeres y hombres que perpetúa la subordinación y desvalorización
de lo femenino frente a lo masculino. Es un problema mundial, pero no se poseen suficientes
datos sobre la incidencia y prevalencia de sus diferentes formas; esto se debe a que con
frecuencia existen diferencias conceptuales y operacionales que impiden la comparación entre
los estudios sobre el tema. Asimismo, existen otros problemas que dan cuenta de las dificultades
para captarla y documentarla, especialmente porque generalmente se da en el ámbito privado,
(Alfonso & Sarduy. 2015).
En su primer momento esta categoría surgió con el fin de hacer evidente la existencia de
relaciones no equitativas entre mujeres y hombres, e indagar sobre el porqué de las condiciones
de injusticia y discriminación para las mujeres en todos los ámbitos de la sociedad,
convirtiéndose posteriormente en el instrumento contemporáneo para enfrentar este problema y
resolverlo, (Montero, A., 2001).
La problemática de género y medioambiente se vio plasmado en el principio 20 de la
Declaración de Rio que expresa: "Las mujeres juegan un rol principal en el manejo ambiental y
el desarrollo. Por esa razón su participación total es imprescindible para lograr un desarrollo
sustentable. En el Programa 21, donde se describen las prioridades de acción para alcanzar un
desarrollo sustentable hacia el próximo siglo, si bien se alude a las mujeres a lo largo de los 40
capítulos sectoriales e intersectoriales, el capítulo 24 está dedicado específicamente a su
consideración, (México, Instituto Nacional de las Mujeres, 2003). En este se enfoca el rol crucial
que cumplen para lograr cambios en el modelo vigente de consumo y producción, destacando
que, para el éxito de la implementación del conjunto de resoluciones de la Cumbre, se requiere
de un activo involucramiento de las mujeres en la adopción de decisiones político-económicas,
(Rico Nieves, 1998).
Las mujeres usuarias y consumidoras de los recursos naturales, contribuyen al desarrollo y
protección ambiental, con relación a la violencia de género convierte a las mujeres necesarias en
el manejo de proyectos ambientales. Hay muchas situaciones que no han recibido atención
porque “el género” no es un tema prioritario en el sector ambiental. Excluir a las mujeres de este
proceso tiene como consecuencia el deterioro ambiental, por lo que “todo lo relacionado con las
cuestiones ambientales precisa ser abordado desde la perspectiva de género, junto con la
promoción de una ética medioambiental con tendencia hacia un uso sostenible de los recursos y
un entorno más justo y equitativo, (Melero, 2011).
La consideración de las mujeres como agentes ambientales supone su participación activa en
los proyectos de manejo comunitario de recursos; sin embargo, al igual que en la mayoría de los
ámbitos, las mujeres son discriminadas y no tenidas en cuenta en los procesos ambientales, a
pesar de ser las principales administradoras de este tipo de recursos sobre la base de las
actividades domésticas y otras tareas reproductivas que realizan. Un problema frecuente es, así
mismo, la apropiación de su trabajo, siendo consideradas como instrumentos y no como agentes
de su propio desarrollo, (Vázquez., 2003).
Las medidas a implementar están encaminadas a fortalecer y estimular las instituciones,
organismos no gubernamentales y grupos de mujeres para su capacitación relacionada con
género para el uso y manejo de los recursos naturales.