Hombre, Ciencia y Tecnología ISSN: 1028-0871 Vol. 24, No. 1, enero-marzo pp.51-58, 2020

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bienes y servicios. Es la aplicación del conocimiento científico para resolver problemas prácticos y alcanzar metas humanas. Un cuerpo de conocimientos desarrollado por una cultura que provee métodos o medios para controlar el entorno, extraer las fuentes, producir bienes y servicios y mejorar las condiciones de vida.

Son diferentes las demandas, exigencias y presiones sociales a las que tienen que responder la ciencia y la tecnología: la ciencia es más desinteresada y pública, está menos involucrada en el mercado, pues una ley científica no es patentable, ni es propiedad intelectual de nadie. Mientras que la tecnología se subordina al sistema de patentes y franquicias.

Según Montero, (2012), la Revolución cubana se interesó en el conocimiento científico y tecnológico desde el primer momento. En 1959 era muy poco predecible que líderes como Fidel y el Che abrazaran e impulsaran el desarrollo científico y tecnológico como lo hicieron, sin antecedente alguno evidente de una tradición relacionada.

Uno de los problemas clásicos de degradación de la tierra que ha tenido que enfrentar el hombre, ha sido el de controlar, prevenir o mejorar los suelos afectados por la salinidad. En las regiones áridas, semiáridas y estepas, donde la evaporación es mayor que las precipitaciones, se ubican las regiones más afectadas por sales, Kovda, (1964); citado por Otero et al., (2009).

La salinización de los suelos es el proceso de acumulación en el suelo de sales solubles en agua. Se llama suelo salino a un suelo con exceso de sales solubles. La sal dominante en general es el cloruro de sodio (NaCl), razón por la cual tal suelo también se llama suelo salino-sódico .

Es uno de los problemas más importantes en el mundo, ya que aproximadamente 340 millones de hectáreas están afectadas, el 6 % de la superficie de la tierra tiene niveles importantes de sales, reduciendo la productividad de 20 millones de hectáreas irrigadas en el mundo. Los suelos con un alto contenido de sales, abarcan más del 10 % de la superficie en más de 100 países, Otero et al., (2009).

Además de las extensas áreas de suelos con salinidad primaria en el mundo, en los últimos años se ha incrementado considerablemente la salinidad secundaria en extensos territorios, debido fundamentalmente a los efectos del regadío, donde para garantizar el suministro de agua y tener agricultura, se ha implantado el riego, sin haber previsto la instalación de sistemas de drenaje, lo que ha conllevado al incremento de la salinidad de los suelos, por la ascensión de las sales que se encontraban localizadas por debajo de los 20 cm de profundidad, intensificado por las particularidades climáticas que aumentan su concentración en el suelo.

Este problema se puede intensificar con otras fuentes adicionales de electrolitos, como el uso de fertilizantes y la calidad del agua de riego. La significación relativa del aporte de cada fuente suministradora de sales, depende de las condiciones del suelo, la efectividad del drenaje, la calidad del agua de riego, la sobreexplotación del manto y las prácticas de manejo agronómico. Los cambios hidrológicos provocados por la deforestación o por el cultivo intensivo, también son causas importantes de la salinidad.