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Hombre, Ciencia y Tecnología ISSN: 1028-0871 Vol. 24, No. 1, enero-marzo pp.11-20, 2020 Introducción.

A nivel internacional, el debate sobre políticas públicas en el contexto de las cadenas de valor se ha centrado en el papel del Estado y el mercado en el proceso de desarrollo, asociado a la existencia de fallas del mercado como: las economías de escala, la competencia imperfecta y el poder de mercado, la incertidumbre, las externalidades y derrames del conocimiento para justificar la necesidad de políticas públicas, con su reflejo en países en desarrollo donde los mercados son imperfectos, subdesarrollados o inexistentes y en los que la incertidumbre es generalizada, Pietrobelli y Staritz, (2017).

Por ello, se hace necesario una gestión desde los gobiernos locales con enfoque de cadena de valor, donde el énfasis esté en las empresas, las personas y territorio-localidad, con el objetivo de buscar un desarrollo integral y sostenible, Arias, (2019), en correspondencia con la realidad objetiva, recursos, innovación, y satisfacción de las necesidades del territorio en cuestión. El enfoque territorial se refiere a cadenas de valor múltiples, ubicadas en un espacio particular, donde el énfasis está basado más en la oferta actual o potencial (lo que se podría producir bajo el mismo clima, suelo, mano de obra), que, en la demanda, aunque en la práctica esto cambia como parte del proceso dinámico asociado con el uso de este enfoque.

Esta forma de comprender el enfoque fija dos puntos de vista esenciales en su utilización: el primero es su enfoque de procesos, actores y desde la producción hasta el consumo final y el segundo su enfoque territorial que tiene en cuenta la localización espacial de múltiples cadenas de valor y su articulación, Arias, (2019). Este es importante ya que posibilita identificar potencialidades y limitaciones locales, en función a las vocaciones del territorio, priorizándolas en función de las ventajas comparativas locales y de las demandas locales-nacionales (cadenas oportunidad - visión compartida), propiciando la inclusión, transparencia y la concertación entre el gobierno local y la multiplicidad de actores que tiene presencia en el territorio, Arias, Torres y González, (2019).

Todas estas complementariedades, tienen su reflejo en el contexto cubano, donde también comienza a visualizarse la cadena de valor, como enfoque necesario en la senda del desarrollo. Entre las experiencias prácticas validadas se encuentra la cadena de valor del cacao en el Oriente Rural. Sistematizar sus prácticas posibilita el proceso de ordenación y divulgación del conocimiento disperso a lo largo de la experiencia, lo que posibilitaría su desarrollo en otras actividades, a tono con el contexto socioeconómico del país.

Es por esto que el presente artículo tiene como objetivo : Sistematizar las prácticas de la cadena de valor del cacao en Guantánamo como contribución a la gestión del conocimiento útil para el desarrollo local.

La sistematización apunta a describir y a entender qué sucedió durante la experiencia de la cadena de valor del cacao en los municipios de Baracoa y San Antonio del Sur de la provincia Guantánamo, y sus resultados son fundamentales, por lo que describirlos es parte importante de la sistematización, además de poder extraer lecciones que permitan mejorarlos en el futuro.

El análisis de cadenas de valor (CV) provee una visión holística y explora los vínculos entre la producción, la distribución y el consumo local, nacional o internacional. Los conceptos de mejora, innovación y modernización se han desarrollado hasta convertirse en una piedra angular de la